Arte y Espectáculos

Ousi, del “Fan art” a diseñar para Wos, Fito Páez, Bándalos Chinos y festivales

La historia detrás del artista de icónicas piezas del mundo musical. Tapas de discos, piezas de comunicación de eventos multitudinarios, giras de bandas, visuales de recitales, entre otros, son los trabajos que han posicionado en el rubro al artista nacido en Quilmes.

“Viaje a través de la ilustración y el diseño en el mundo musical”. Así se tituló la charla que Adrián “Ousi” Varela vino a dar a Mar del Plata. Pero ¿cómo llegó a dedicarse al diseño y la ilustración de eventos musicales como el Festival Nueva Generación, Rock en Baradero, Festival Capital, toda la identidad visual de disco, clips y gira de la banda La Isla de Caras, o piezas de comunicación para Wos, Louta, Babasónicos, Fito Páez, El Príncipe Idiota o Terapia, entre otros? En su paso por la ciudad, convocado por el equipo de Club Tri, el artista compartió su historia, su visión y el sueño de formar un equipo y poder abrir puertas, como, en algún momento, se las abrieron a él.

Hijo de un profesor de una escuelita de fútbol y de una profesora de educación física, nacido en Quilmes, Ousi, se aproximó al graffiti y al street art, “desde la facu”. Asegura que participar en diferentes eventos a los que invitaban a los estudiantes, en los que “nos daban un fondo y nos dejaban mostrar lo que hacíamos” fue muy importante en su formación.

Los inicios

“Me tocó una etapa muy especial, en la que estallaba el grafitti y participar de esos eventos me ayudó mucho a romper el hielo, me dio contacto con colegas, fue una manera de aprender juntos, creo que, además de lo académico fue parte del estudio” compartió en el ciclo de encuentros de artistas con el público que a son un clásico en el espacio de 20 de Septiembre 2650.

Luego trabajó en agencias de diseño, -“lo mejor fue aprender a trabajar rápido, aprender el vocabulario de agencia, conocer la estructura, muy importante aunque luego trabajes freelance porque muchas veces tenés que tener contacto con agencias”- y, paralelamente en su tiempo libre, dibujaba sobre música que le inspiraba.

“Empecé a compartir en Instagram mis dibujos. Yo no sabía, pero resulta que eso tenía un nombre, es fan art. Eran falsas portadas, falsos flyers” contó. Tampoco lo supo entonces, pero ese “portfolio” público, comenzó a generarle ofertas de trabajo. “Un productor lo vio y me llamó para hacer un trabajo y así seguí hasta que me convocaron del Festival Nueva Generación y me lancé” compartió.

“Ahora me acostumbré, pero me parecía raro que el trabajo me llegara por Instagram” relató el artista quién recomendó al público -mayoritariamente ligado al diseño y las artes visuales- “suban producciones de cosas que les guste hacer, porque es lo que les van a pedir”.

“Desarrollar identidad”

Construir conceptos, desarrollar identidad, comunicar en conjunto con otras herramientas artísticas, son fundamentales para resaltar en un mundo actualmente muy vinculado con lo visual, plagado de piezas -gráficas y audiovisuales- que compiten por la atención, tanto en las calles, como en las redes sociales.

Por ello que el trabajo sea realizado profesionalmente es importante para artistas, tanto en sus inicios, como también con una amplia trayectoria.

“Me gusta trabajar para festivales, pero también me gusta mucho trabajar en una comunicación, una identidad visual integral, generar un sistemita, crear un mundo visual a partir de un contenido” compartió. Eso se le dio para un disco y gira de la banda La Isla de Caras, para la que no solo desarrolló la tapa del disco, portadas específicas para distintas canciones, visuales -las imágenes que se proyectan en las pantallas- de shows, flyers de gira y sus parientes individuales para cada concierto. “Todo tiene que convivir con la estética del disco. Me encantar meterme en ese mundo aunque después cueste despegarse” confió.

Sobre sus gustos personales, su “sello”, el que trata de incorporar en cada uno de sus trabajos, señaló: “me gusta mucho usar caras en los flyers. Pido o busco las fotos menos típicas, las menos usadas y las tomo como concepto, las dibujo como boceto y voy cambiando las líneas, aumentando volumen, aplicando la paleta que elijo y presento opciones entre resultados más tranqui y más extremos para que elijan”.

Volver a la mano alzada

Si bien recuerda que en los 7 años que hace que lleva trabajando de forma freelance “en mi estudio, que es al lado de mi cuarto” y que, durante mucho de ese tiempo “no tenía ni una lapicera, ni un papel en el escritorio”, en un momento “tuve un proyecto noventoso y quise que se representen trazos reales. No sé si lo siento poético pero me gusta la sensación de pasar por el papel, por los marcadores, por el lápiz, por la mano alzada” compartió.

Entre recomendaciones de organización y negociación -tanto económica como de plazos-, también valoró -aunque no lo hizo durante un tiempo- el trabajo en equipo o con un director de arte.

Y de ahí surgió uno de sus objetivos más concreto: “Me encantaría poder abrir una convocatoria a diseñadores. Es algo que no he podido hacer hasta ahora porque siempre me han contratado a mi, pero mi idea para próximos festivales, es ofrecer un paquete, en el que yo esté en el desarrollo de la identidad, pero que pueda haber un equipo que desarrolle distintas piezas individuales a partir de esos conceptos. Es algo que me parece muy importante, porque yo no vengo de ese palo, mi familia no está conectada con este mundo y a mí me han abierto puertas. Yo quiero poder hacer eso también para formar mi equipo”, finalizó.

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